LIVINGKITCHEN 2019: TENDENCIAS EN ARQUITECTURA DE COCINA
La reciente edición de LivingKitchen ha confirmado el espacio de cocina como estancia nuclear en los hogares contemporáneos. La cocina no es sólo el lugar en el que se almacenan y se procesan alimentos, sino que representa un lugar de confluencia idóneo para desarrollar las relaciones sociales entre los miembros de la familia y los amigos o invitados. La arquitectura de cocina premium se muestra diáfana, minimalista y regida por un principio de orden que contagia la sensación espacial de armonía y equilibrio.
Las composiciones de cocina de lujo tienden al “menos es más” para empastar con el código de interior de la zona anexa de estar. La inclusión de elementos ornamentales destacados que reservan, sin embargo, una función adicional crean esa transición de la cocina al espacio del salón comedor. Una estantería a la vista que contiene igualmente menaje que libros o figuras decorativas, el protagonismo de la mesa de comedor arropada por icónicas sillas de diseño, módulos de vitrina, jardines verticales en los que crecen plantas aromáticas de uso culinario… El paso del área funcional de cocina a la estancia de estar cobra personalidad propia gracias a estos elementos de interior que no hacen sino enmarcar el estatus de la cocina contemporánea. Núcleo y hábitat se fusionan y participan de un mismo espacio que fluye de manera natural y despejada entre estancias.
El latido del hogar moderno parte de este proyecto de interior diáfano en el que la última tecnología y las soluciones Smart Kitchen hacen acto de presencia en aras de un minimalismo funcional. La domótica dictada por aplicaciones móviles se convierte en cotidiana en el espacio de la cocina del presente.
La extracción en superficie garantiza un ambiente limpio y libre de partículas de grasa en suspensión para que la acción de cocinar se convierta en una actividad lúdica, perfecta para compartir y disfrutar. Las encimeras de materiales naturales o especialmente concebidos para una durabilidad e higiene sin competencia se convierten en el principal trazo expresivo de las cocinas de lujo. Apéndices en voladizo que, en ocasiones, reivindican la presencia “tosca” de la cocina rústica por su acabado natural y un grosor excepcional, habilitan zonas de barra en torno a las que se construyen desenfadadas áreas de estar.
Las placas de cocción enrasan a la perfección con la encimera y la zona de agua, que ofrece ergonómicas soluciones para lavar, pulverizar o llenar recipientes. En cuanto a equipos de inducción o gas, el segmento de electrodomésticos premium se ajusta a las necesidades y preferencias de profesionales y amateurs con imponentes equipos que pueden combinar diferentes puestos de una u otra naturaleza junto con accesorios importados de la pujante cocina oriental como teppanyaki o wok.
En cuanto a la paleta cromática, elegantes tonos neutros bañan paños horizontales y verticales en exquisita combinación con frontales y detalles en materiales naturales como la madera o el hormigón tendido a mano y el cristal. El contraste de texturas construye los volúmenes de la cocina de lujo en la que el pulcro acabado de la laca mate continúa aportando distinción y armonía espaciales.