ARQUITECTURA+COCINA: AUSTERIDAD NATURAL EN EL VALLE TAIAPA DE AUCKLAND
La cocina es un elemento nuclear en el espacio y la habitabilidad de cualquier vivienda. Funcionalidad y estética confluyen en las propuestas de Kitchen Design que Zelari De Nuzzi se esmera en ofrecer a un público exigente, que busca algo singular y exclusivo a la hora de concebir su espacio de cocina contemporánea.
Fruto de esa excelencia a la hora de proyectar espacios únicos, Zelari De Nuzzi distribuye en exclusiva en Madrid la firma alemana Leicht de cocinas de alta gama.
Sus composiciones aúnan diseño, tecnología, excelencia en los materiales y un refinado cuidado por los detalles. No en vano, los diseños de Leicht «laten» desde el corazón de casas singulares de arquitectura contemporánea por diversas ciudades del mundo.
Reunidas en una publicación especial editada por Leicht Küchen AG, estas viviendas singulares comparten el culto al espacio nuclear que es la cocina. Una pieza en torno a la que se articula el espacio global como un todo habitable que fluye a través de las diferentes estancias. En esta ocasión, queremos compartir con vosotros el original proyecto de una vivienda construida sobre la base de seis contenedores de carga Muriwai Maersk. Sostenibilidad, austeridad conceptual y singularidad confluyen en esta peculiar casa ecológica, con impresionantes vistas al salvaje Valle de Taiapa en Auckland, Nueva Zelanda.
La obra del arquitecto Fraser Horton pivota en torno al concepto de cocina, que comparte con salón y comedor el espacio central habilitado por la estructura de contenedores. Adosados a esta pieza central, dos módulos laterales albergan otras estancias como el dormitorio, un vestidor y dos cuartos de baño con ducha.
Los programas PINTA -en tonalidad lava- y ORLANDO -declinado en color acacia- habitan este espacio principal con natural mímesis en medio de los colores y los materiales de la estructura. La pretendida austeridad en la decoración de esta vivienda encuentra en la zona de cocina un perfecto punto de reunión. Dos islas enfrentadas en paralelo acogen con sencillez y funcionalidad un amplio espacio para cocinar.
La paleta de color de toda la vivienda participa de tonos neutros y discretos, presentes en pavimentos, moquetas y en escasas piezas de mobiliario que exaltan su adn natural. El singular emplazamiento geográfico de esta construcción habita también el espacio interior de la vivienda en un pretendido diálogo entre el continente y el contenido.
La arquitectura de esta vivienda en Nueva Zelanda sublima el concepto de sencillez estructural, economía de medios y mimetismo con el entorno natural en el que se posa. Los conceptos de exterior e interior se difuminan para subrayar el encanto de un espacio natural que penetra en la casa y la contagia de su esencia y tonalidades.